jueves, 13 de agosto de 2009

Nota de lectura: Entrevista a Marino Pallasá

Estaba citada a las tres de la tarde, pero tuve que pedir perdón por mí media hora de retraso. Necesitaba tomar valor para enfrentar esta entrevista, en mi opinión el abuelo de mi novio, Marino Pallasá, un inmigrante español, es un hombre raro, difícil de sobrellevar, y un tanto mal humorado, pero accedió a la entrevista sin inconvenientes.
Nos reunimos en living de su casa, un lugar amplio con un ventanal a la calle, cuatro sillones de cuero negro, donde estábamos sentados y una mesa ratona, en el medio sin ningún adorno. Mi novio se encontró presente en toda la entrevista, porque yo se lo había pedido. Su abuela, Alicia, nos sirvió café a los tres y siempre se mantuvo en la cocina.
-No me gusta que me interroguen.
Me dijo con voz firme, amenazante y autoritaria. Continuo de una larga pausa, incomoda, donde mis miradas de pánico atacaban a mi novio, luego respondió:
-Te voy a contar mi historia de vida, si te quedan alguna duda podes hacerme preguntas.
Yo respire. Algo es algo, pensé por dentro y además lo que más importa es dejar hablar al otro. Acepte, moviendo la cabeza porque los nervios no me dejaban decir ni una palabra.
Su vida es interesante, su memoria aun más, no paraba ni un minuto, solo para tomar un sorbo de café o darme tiempo a escribir. Lo interrumpí unas cinco veces, mucho no le gustó, me di cuenta por el gesto en su rostro, pero respondía amablemente.
Estuvo hablando una hora entera, mientras yo anotaba. Al finalizar le comenté que su identidad iba a ser oculta, ya que voy a escribir ficción, pero que su entrevista me sirve para entrar en clima, saber lo que realmente vivió ese inmigrante que voy a construir en mi relato. Él no tuvo problema, y me pidió que se lo enviara cuando esté terminado, para que lo pueda leer. También me dio su número telefónico por si tengo alguna duda.
Me di cuenta, en la entrevista, que mi perspectiva hacia Marino había cambiado, antes lo veía como un hombre amargado, ahora lo veo como un hombre con una vida difícil que merece admiración.
Al llegar a la casa de mi novio, él se ofreció a pasar todo lo que yo había anotado a la computadora. Acepte sin objeciones.
Después de varios días llamé a Marino para agradecerle nuevamente, comentarle como iba el proyecto y hacerle unas preguntas. La charla fue fluida, interesante pero cortante. Me respondió todo, sin excepciones, mientras yo desde mi casa tomaba nota en unas hojas. Antes de cortar me preguntó si ya estaba escribiendo, si tenía alguna dificultad y me volvió a decir que lo llamara por cualquier inconveniente o si necesitaba otra descripción, pero siempre manteniendo la distancia habitual.
Realice esta entrevista para complementar la serie “vientos de agua”. A su vez para tener la posibilidad de tener frente a frente a un inmigrante, sentir lo que siente y lo que sintió así de esta forma lograr ponerme en su mirada. Espero haberlo logrado.

NATALIA RUOTI

5 comentarios:

  1. "Me di cuenta, en la entrevista, que mi perspectiva hacia Marino había cambiado, antes lo veía como un hombre amargado, ahora lo veo como un hombre con una vida difícil que merece admiración."

    *que aparezca en tu proceso de escritura el registro escrito de las conversaciones con don Marino!

    * te sugiero ver el trabajo de carolina rossi ("CARO" en el blog), se relaciona muchísimo con el tuyo; pedile que te cuente de la novela que leyó...

    ResponderEliminar
  2. Sería lindo ver una transcripción, sí. Tu relato de la entrevista despierta mucha curiosidad!

    ResponderEliminar
  3. si si les voy a mandar en el tp el original, que se encuentra todo subrayado con amarillo esas son las cosas que utilicé.

    ResponderEliminar
  4. Emoción no es la palabra correcta, marino no es una persona muy abierta, nunca me acepto como la novia de su nieto y que aceptara que le hiciera una entrevista lo siento más como un logro personal.

    ResponderEliminar
  5. Nati,
    Ya estuvimos hablando un poco de tu proyecto, ahora te comento también algunas cositas por acá.. Me gusta la historia, me gusta también que hacés una gran descipción, bastante extensa de sus días, y sobre todo de aquellos del viaje.
    Después, me parece que hay algunas palabras que, tal vez, suenan raras desde la voz de un chico tan pequeño, pero, como vos me dijiste, también es un tanto relativo; de todos modos, ya me dijiste que habías estado cambiando un par de cosas, también. Un ejemplo, tal vez, podría ser el conocimiento de lo que es un Partido de aquí, en Buenos Aires, para un chico español.
    Bueno, Nati, seguimos en contacto.
    Malvi

    ResponderEliminar