lunes, 4 de mayo de 2009

Envase original

Ben era un chico normal, de cabellos castaños, ojos cafés y de un metro setenta de alto. Trabaja en un circo como trapecista, le fascina dar vueltas por los aires y dejar anonadados a todos los chicos que lo ven.
En una tarde de otoño, decidió limpiar el altillo de su casa. Dentro de una de las cajas viejas, que estaba ordenando, encontró unas ocho fotocopias, abrochadas al margen superior izquierdo con un ganchito de abrochador. No había más que eso: Hojas blancas, con letras, en contraste claro mate impresas, con algunos manchones típicos del material fotográfico, y asimismo poseía una manchita de café, debido a la ruptura de una pequeña tetera de mármol, que también se encontraba dentro de la caja.
Estas hojas pertenecían a un libro, cuyo titulo de un mayor tamaño que el resto del texto, subrayado y en negrita, era “19 de diciembre de 1971”. Estas hojas le habían dado mucha satisfacción cuando era joven, mientras esperaba que empezaran las funciones del circo.
De repente una sensación le invadió todas las extremidades de su cuerpo y su corazón; se sentía un desagradecido, nunca había comprado aquel libro que le había dado tanto placer. Solo se conformo con leer esas simples ocho hojas, de forma rectangular, de un papel fino y suave al tacto.
Las agarró y sin pensarlo, las rompió en pedazos. Las tiró en una bolsa, junto a la tetera y otras cosas inservibles, dentro de una bolsa de basura y la cerro.
Bajo silenciosamente las escaleras, para que no gritara Tomi, el perro que dormía en la cocina, y cuidadosamente se dirigió para la puerta de calle. Dejó la bolsa en el cesto.
Estaba bien decidido, iba a la librería del barrio, a comprar ese libro, para releerlo, pero ahora sí, en su “envase original”.

Cristina Fernández rinde homenaje en Londres a los caídos en Malvinas

La ceremonia que brindó la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en homenaje a los combatientes de Malvinas fue transmitida por cadena nacional, debido a que se encontraba en Londres. Ella encabezó un discurso en conmemoración a los 27 años del desembarco argentino en Malvinas
A su vez entregó una ofrenda floral en el monumento San Martín, en una plaza de Londres frente a la embajada del país sudamericano, de esta forma recordó a los caídos en combate.
Es la primera vez que un presidente argentino se encuentra un dos de abril en Londres, según la presidenta no fue una circunstancia deseada ni buscada, ya que ella no cree en coincidencias, sino en las señales de la historia, resaltó Fernández en su discurso quien quiso rendir tributo a todos los que perdieron la vida en Malvinas, cuya soberanía reclama Argentina.
Vestida con un abrigo negro, guardó un minuto de silencio mientras sonaba la trompeta de un Granadero y ante la atenta mirada de siete ex combatientes argentinos que fueron a Londres invitados expresamente por la señora Fernández de Kirchner.
En su discurso reiteró el reclamo de la soberanía de las islas del Atlántico Sur. También le dio las condolencias a la familia del ex presidente Raúl Alfonsín, a su vez recordó que ella tuvo el honor de compartir con él su último acto público en la Casa de Gobierno, de esta forma pudo brindarle honor en vida ya que cumplió un rol importante en la argentina, ser el presidente que nos reencontró con la democracia después de la Guerra Malvinas.
Fernández de Kirchner, que tenía previsto ofrecer mañana una conferencia en la London School of Economics (LSE), decidió adelantar su retorno a Buenos Aires para acompañar a la familia del ex presidente fallecido.

Una pasión mitigada

Haciendo memoria, en mi pasado no fui una persona apasionada por la escritura; la escuela secundaria representaba el único motivo para realizar esta práctica.
En este ámbito académico realicé, para literatura, dos textos argumentativos; uno en segundo año y otro en cuarto año.
El primero fue sobre el teatro argentino, sus orígenes e historia. Este trabajo me apasionó mucho; recuerdo haber investigado en teatros, bibliotecas y fui a la casa del teatro; arrastraba a mis amigas y familiares a esta apasionada búsqueda de información. Este entusiasmo por la indagación me produjo elegir esta carrera desde tan chica.
El segundo trabajo fue sobre la construcción de los superhéroes. Consistía en comparar el libro leído en clases, EL MIO CID, un superhéroe medieval, y la película SPIDERMAN 1, un superhéroe del siglo XXI. Esta argumentación me llevó varios días, debido a que no era un tema de mi interés. Pero pude superar mis problemas y entregar el trabajo a tiempo.
Para otra materia, Instrucción Cívica, en tercer año, elaboré un informe de alta complejidad, ya que la profesora nos exigía la lectura previa del libro “Antes del Fin” de Ernesto Sábato, y luego comparar su contenido con todos los temas vistos durante el ciclo lectivo. Fue uno de los mejores trabajos, debido a que disfruté leyendo y analizando la obra de este escritor, que sin dudas es un genio.
Fuera de este espacio, no poseo ni cuentos, ni novelas, ni historias; solamente alguna carta de amor, que esporádicamente posee algún poema para esa persona amada.
En conclusión, prefiero leer antes que ponerme a escribir; pero eso no significa que no tenga pasión por la escritura, actualmente; sino que no ha sido explotada y por ahora solamente me remito a querer saber cómo es la producción del otro lado del papel; para que en un futuro, no tan lejano, este entusiasmo se despierte y provoque en mi esas ganas excéntricas de escribir.

Recuerdo de un libro

Cuando lo vi en el estante de la biblioteca, se encontraba en un rincón olvidado, no recordaba su existencia. Lo tomé, leí su nombre, “Bajo las lilas” y observé el dibujo de la tapa; se trataba de un niño pobre y su perro, quienes me hicieron recordar de aquella novela, que en mi infancia había leído con tanto es fervor.
Se trata de una increíble historia donde Ben, así se llama el protagonista, y su perro Sancho, vivían miles de aventuras superando los diversos peligros que les brindaba la vida, debido a que él se había escapado del circo de donde trabajaba y no tenía donde vivir; y a su vez este fue uno de los temas que más me emocionó cuando era niña.
Este libro me enseñó que lo más importante no era encontrar un resultado en la vida sino la actitud que uno tiene en cada problema cotidiano. También me demostró que el valor, el compañerismo, el cariño, la decisión y la fe, son valores fundamentales para vencer cualquier adversidad.
Decidí que en mis ratos libres voy a releer este clásico de la literatura infantil-juvenil, que en esas tardes de niña me habían dado tanto placer.