jueves, 8 de octubre de 2009

Banfield, Buenos Aires. 16 de Enero de 1989
Julián:
¿Cuántas veces te pedí que me llevaras contigo? ¡Ahora te quejas de la distancia y te gustaría que esté ahí! Bueno, no importa, igualmente te sigo queriendo.
En mi opinión, tu mamá tiene razón, la gente del interior son todos brutos, negritos e ignorantes. A su vez le resulta imposible distinguir lo que es “La Capital”, con el “Gran bonaerense”. Al mismo tiempo te miran mal, porque te ven raro: lindo con unos ojos iguales al cielo, y seguramente, ellos son: feos, de tez oscura y ojos haciendo juego. A pesar de que todos seamos personas, vos sos distinto, amor, sos superior, civilizado e inteligente. A diferencia ellos lo único que poseen es envidia, por tus cualidades bellas: rubio, joven, exitoso. Y, aunque te manches la cara con barro, seguís siendo el mismo que nació en Banfield, que fue al mejor colegio, que posees otra cultura mucho más elevada, que mal que te pese no la vas a poder cambiar.
L a próxima vez que me escribas, contarme algo realmente “grosso” no esta tontería de “sentirte tan negrito como ellos”. Porque yo aunque me embarre todita, no voy a sentirme nunca como ellos, tan atrasados., tan inferior, tan poca cosa… Si te vas a vivir a Corrientes, no cuentes conmigo. No lo toleraría, perdóname por ser prejuiciosa, pero soy así. Yo tampoco voy a juzgarte por pensar de esta forma.
Te extraño mucho mi amor, vuelve prontito…
Siempre tuya.
Andrea.
P.D.: Sí, me pongo celosa de esa negra zaparrastrosa que te calló simpática. ¡Ojo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario