lunes, 4 de mayo de 2009

Una pasión mitigada

Haciendo memoria, en mi pasado no fui una persona apasionada por la escritura; la escuela secundaria representaba el único motivo para realizar esta práctica.
En este ámbito académico realicé, para literatura, dos textos argumentativos; uno en segundo año y otro en cuarto año.
El primero fue sobre el teatro argentino, sus orígenes e historia. Este trabajo me apasionó mucho; recuerdo haber investigado en teatros, bibliotecas y fui a la casa del teatro; arrastraba a mis amigas y familiares a esta apasionada búsqueda de información. Este entusiasmo por la indagación me produjo elegir esta carrera desde tan chica.
El segundo trabajo fue sobre la construcción de los superhéroes. Consistía en comparar el libro leído en clases, EL MIO CID, un superhéroe medieval, y la película SPIDERMAN 1, un superhéroe del siglo XXI. Esta argumentación me llevó varios días, debido a que no era un tema de mi interés. Pero pude superar mis problemas y entregar el trabajo a tiempo.
Para otra materia, Instrucción Cívica, en tercer año, elaboré un informe de alta complejidad, ya que la profesora nos exigía la lectura previa del libro “Antes del Fin” de Ernesto Sábato, y luego comparar su contenido con todos los temas vistos durante el ciclo lectivo. Fue uno de los mejores trabajos, debido a que disfruté leyendo y analizando la obra de este escritor, que sin dudas es un genio.
Fuera de este espacio, no poseo ni cuentos, ni novelas, ni historias; solamente alguna carta de amor, que esporádicamente posee algún poema para esa persona amada.
En conclusión, prefiero leer antes que ponerme a escribir; pero eso no significa que no tenga pasión por la escritura, actualmente; sino que no ha sido explotada y por ahora solamente me remito a querer saber cómo es la producción del otro lado del papel; para que en un futuro, no tan lejano, este entusiasmo se despierte y provoque en mi esas ganas excéntricas de escribir.

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